Ideas para hacer macetas de cemento ¿Como hacer macetas de material?
Si queres hacer tus propias macetas de cemento de diferentes terminaciones y tamaños; hoy en BZS veremos cual es la mejor manera de hacer tus propias macetas de concreto.
Mejores ideas para hacer macetas de cemento
Para tener un jardín hermoso solo hace falta ganas y un poco de imaginación y algo de maña será suficiente para decorar tu jardín o terraza. Tú mismo puedes crear macetas de diferentes formas, colores y materiales para tus plantas favoritas. Conoce todo sobre hormigón impreso.
Te puede interesar:
- Alternativas a baldosas de exterior
- Modelos de baldosas
- Baldosas rojas coloniales
- Como colocar baldosas
- Como mantener pisos de baldosas
- Como pulir mosaicos con la mano
- Pegamento casero para Baldosas
- Baldosas para quinchos
- Planos arquitectónicos de casas
- Baldosas rojas ¿Como es su mantenimiento?
- Como colocar placas Superboard
Para empezar a pensar en hacer tus macetas de cemento, vas a necesitar dos moldes: uno exterior y uno interior. Los dos moldes deben tener exactamente la misma forma pero uno de ellos debe ser 5 centímetros más grande que el otro, aproximadamente, de esta forma podremos encajar uno de ellos en el otro.
Como se hacen las macetas
Estos centímetros de diferencia entre los moldes, determinarán el tamaño del grosor de las paredes de tu maceta. Ten en cuenta que si tu maceta va a tener más de 60 centímetros de altura, es necesario que las paredes de la misma tengan un grosor de, al menos, 7.5 centímetros.
Puedes hacer tus propios moldes con cartón, vidrio, plástico, acero inoxidable o, incluso, espuma de poliestireno, de esta forma podrás darles la forma y el acabado que más te guste.
- Ahora debes cubrir el interior de los moldes con aceite mineral o lubricante en aerosol. Este paso será de gran ayuda para poder retirar la maceta de los moldes.
- Si estás usando moldes de vidrio, puede que el usar aceite evite que tengas que romper el molde al final del proceso.
- Ahora, llega el momento de mezclar el cemento u hormigón para conseguir una masa homogénea. Revuelve cuidadosamente hasta lograr una pasta sólida y firme.
- Recuerda que antes de manipular este material debes proteger tus manos con guantes de cocina o mejor aún, de protección industrial.
- Cuando tengas tus manos protegidas, mezcla el cemento en un recipiente lo más amplio posible, teniendo en cuenta que a partir de ahora ese utensilio sólo va a ser para ese uso, ya que quedará inservible.
Vierte la cantidad necesaria de cemento en el recipiente escogido y vierte agua de forma gradual hasta que logres una consistencia firme sin llegar a ser demasiado fluida.
Ya puedes poner la mezcla de cemento en en el fondo del molde de mayor tamaño, recuerda hacerlo de manera uniforme, ya que esta será la base de tu maceta. Si deseas agregarle un sistema de drenaje, justo en este momento debes añadir piedras en la base de tu maceta. Sin embargo, también puedes crear el drenaje taladrando dos o tres agujeros en la base de la maceta una vez esta se haya secado.
Cuando hayas terminado de poner la mezcla en la base, llega el momento de introducir el molde interior en el exterior, presionando un poco la base hasta que ésta quede compacta y del grosor deseado.
Llega el momento de poner el resto de la mezcla en el espacio libre entre los dos moldes y empujando constantemente la mezcla con ayuda de una pala, para asegurarte de que las paredes queden completamente lisas y sin burbujas de aire.
Continúa hasta que llegues a la superficie de los moldes y con la paleta aplana y dale forma a la parte superior. Por supuesto, puedes agregar los elementos decorativos que desees: trozos de vidrio, piedras, conchas y cualquier otro tipo de material, siempre y cuando esto no afecte a la consistencia de la mezcla.
Si hasta este momento hemos seguido los pasos adecuados, nuestra nueva creación debe estar cogiendo forma para convertirse en una preciosa pieza de jardinería. Ahora mismo, nuestra única labor será esperar.
Envuelve la maceta en plástico y déjala completamente quieta durante 36 horas para que el cemento repose y se seque con la forma que queremos. Después de éste tiempo prueba la resistencia de la masa con un cuchillo afilado o un destornillador, si logras dejar una marca quiere decir que el cemento aún está demasiado húmedo.
Consejos para trabajar el cemento para hacer una maceta
Lentamente retira el molde interior; si utilizaste cartón, debería despegar fácilmente. Si por el contrario, empleaste vidrio lo más probable es que tengas que romperlo. Sin embargo, el aceite o lubricante que te recomendábamos en los pasos anteriores seguro que ha cumplido su función para facilitar este paso.
Saca la maceta del molde exterior y pule la superficie de la misma con una brocha de cerdas gruesas o un estropajo. Acto seguido, deja que el cemento repose por una semana más, frotando la maceta una vez al día con un paño húmedo para que vaya tomando un color más oscuro. Tras estos dos o tres días de secado puedes hacer los agujeros de drenaje con el taladro.
Los resultados pueden ser más que atractivos si le echas algo de imaginación a tus moldes. Solo falta poner tierra en la maceta y tus plantas favoritas. Recuerda que puedes usar estas jardineras tanto en exteriores como en espacios interiores.
Especialmente para patios y terrazas va a ser la mejor alternativa, ya que incluso con las inclemencias del tiempo estas no se deteriorarán y, desde luego, no saldrán volando.
¿Como hacer macetas de material?
El cemento para las macetas es un material muy versátil que permite dejar paredes, techos y pisos perfectos. Tiene múltiples aplicaciones: se usa con frecuencia para evitar filtraciones de agua y aire, para hacer refacciones, levantar paredes, construir nuevos ambientes, muebles o espacios.
Existen varios tipos de cemento, que se utilizan según la aplicación que tengas que darle. Si necesitas tapar una filtración pequeña o sellar una pared, podes optar por un cemento más bien ligero. En cambio, si tenes que pegar algo más consistente o realizar una estructura, es preferible utilizar uno más grueso o con más cuerpo.
¿Cómo prevenir las grietas en macetas de cemento?
Las grietas en las edificaciones son un problema común, hoy abordaremos este tema empezando por los tipos de grietas en el cemento, las causas que las producen y qué métodos son apropiados para reducirlas.
Por más que lo deseemos, estas fallas son inevitables y lo mejor que se puede hacer es optar por medidas preventivas.
Debido a la naturaleza de la construcción con hormigón, estos defectos aparecen en dos momentos precisos: antes del fraguado o después del mismo.
Existen varios factores que contribuyen a que aparezcan las fisuras, pero podemos resumirlos así:
- Asentamiento de la estructura.
- Debido a la aplicación de una carga pesada.
- A causa de la corrosión de los refuerzos metálicos.
- Las fuerzas de expansión y contracción producto de variaciones en la temperatura.
- Falta de vibración al momento de vaciar la mezcla.
- Aplicación de una cubierta inadecuada durante la cementación.
- La pérdida de agua hace que la superficie del material se contraiga.
- Demasiado contenido de agua en la mezcla de concreto para manejarlo.
- Algunas mezclas para fortalecer y fraguar más rápido son más propensas a encogerse.
Medidas preventivas para evitar estas fallas: Como hemos dicho, lo fundamental cuando se trabaja con este material es ser precavidos durante el fraguado y estar preparados para la aparición de grietas posteriores. Para ello hay que atender a una serie de factores clave.
Mientras más baja sea la tasa de contenido de agua, más fuerte será el concreto. Durante el fraguado, esta proporción no debe exceder el 0.5%, por lo que la aplicación de un plastificante te permitirá trabajarlo mejor. Lo esencial es reducir la cantidad de humedad para que la contracción no afecte tanto la integridad de los bloques o losas.
Para garantizar menos fisuras, la mezcla debe estar balanceada. Los agregados optimizados que son duros, densos y de buen tamaño eliminan la posibilidad de contracción. Por el contrario, los aditivos malos provocan grietas con más facilidad. Intenta evitar elementos adicionales para la mezcla como aceleradores o agregados sucios que exigen más agua.
Lo mejor es que distribuyas bien el tiempo haciendo uso de una técnica depurada para llevar a cabo esta etapa tan crucial.
Trata de no sobrecargarlo mediante los soldados de cemento, ya que esto produce asentamiento, el agua se filtra y se crea una capa de agua en la superficie. No se recomienda terminarlo en ese estado, ya que el líquido volverá al concreto.
Curación adecuada del hormigón
Para evitar que las placas pierdan agua o se sequen de más, lo más recomendable es curar las losas por algunos días. Una vez que se hayan asentado, recurres al método habitual de delimitarlas con mortero y las mantienes húmedas.
Además de lo mencionado, puedes recurrir a otros métodos que han probado ser efectivos para este problema, como por ejemplo:
- Coser el hormigón.
- Muting y sellado.
- Inyección de resina.
- Impregnación de polímero.
- Curación autógena.
- Impregnación de vacío.
- Apisonamiento.
- Sellado flexible.
- Taladrar y taponar.
- Vendaje.
Una forma efectiva es cubrirlas con tapetes de algodón llenos de agua o rociarlas con un compuesto. La curación dura un mes y lo ideal es que en ese tiempo el concreto no esté sujeto a ningún tipo de carga que pueda agrietarlo.